La normalidad. No hay otro secreto. En eso se basa la pócima de la eterna juventud de Luka Modric. Un futbolista que a sus 35 años lleva una década defendiendo la camiseta del Real Madrid y que en todo este tiempo ha estado al máximo nivel. Capital en las cuatro Champions que han conquistado los blancos con él en la medular, faro de una Croacia que fue subcamepona del Mundo en Rusia y el primer jugador que rompió la hegemonía de Cristiano Ronaldo y Messi en los títulos individuales, cuando en 2018 fue elegido mejor jugador de la UEFA, premio The Best y Balón de Oro centra su rendimiento en tres aspectos fundamentales: alimentación, entrenamiento y dieta.
En tiempos de ayunos y camas milagrosas, Modric sigue siendo uno de los mejores del planeta con una fórmula que siempre da resultado. El croata ha llegado a esta pretemporada mostrando un aspecto físico inmejorable. Tremendamente fino y listo para comenzar a competir en cuanto la Liga eche a andar. Es decir, el próximo 14 de agosto en Mendizorroza contra el Alavés.
2017 vs 2021 💪🏻 pic.twitter.com/migRbgkPgK
— Luka Modrić (@lukamodric10) July 29, 2021
“Entrena como el que más, se cuida la comida, descansa bien y lleva una vida tranquila en familia. No hay mucho secreto”, aseguran los que mejor le conocen. Modric es una persona muy normal, perfectamente adaptado a Madrid y al Real Madrid que vive por y para el fútbol. Esto se ve en sus hábitos, donde se aleja de cualquier tipo de experimento y apuesta por la vida sana y mucho trabajo.
Una temporada especial
Modric encara este curso con mucha ilusión. Consciente de que puede ser el último al máximo nivel. Tras rendir de manera sobresaliente el pasado año, el Real Madrid le ofreció renovar hasta el verano de 2022, una propuesta que no dudó en aceptar. Pero ahora tiene por delante muchos meses y muchos partidos para saber si en 2023 va a poder mantener este ritmo. Su deseo es llegar al Mundial de Qatar y luego dejar la selección de Croacia y, posiblemente, el fútbol. La duda es si el curso 2022-2023 lo hará vestido de blanco o no.
No obstante, este año Modric puede decir que es uno de los jefes de la plantilla, aunque ya lo era antes. El conjunto blanco cuenta de manera oficial con cuatro capitanes, a los que les corresponde serlo por antigüedad en las filas del primer equipo. Hasta el momento, esos puestos les correspondían a Marcelo, Benzema, Varane y Nacho, pero con la marcha del francés al Manchester United, el balcánico asciende a la cuarta posición.
El croata será de manera oficial lo que lleva años demostrando ser: un líder dentro del terreno de juego. En la que podría ser su última temporada en el conjunto blanco, Modric será uno de los encargados de portar el brazalete, siempre que ninguno de los tres anteriores se encuentre sobre el césped. Y lo hará desde la máxima normalidad y profesionalidad. Como lo hace todo un jugador de leyenda.
